Más domingos con The Pains of Being Pure at Heart, por favor

Más domingos con The Pains of Being Pure at Heart, por favor

15 años han pasado desde que una de las joyas de la corona del sonido shoegaze viese la luz gracias a los neoyorquinos The Pains of Being Pure at Heart. ¿Cómo no celebrarlo?

La pasada noche tocaban en Madrid, en el Lula Club para ser exactos. Justo en el ecuador de la gira que les llevará a recorrer una decena de ciudades de nuestro país. Sorprendía que no hubiesen colgado el cartel de “no hay billetes”, ya que se trata de una de las salas más interesantes de la capital, tanto por su sonido como por sus instalaciones. Pero vayamos a lo importante.

Kip Berman saluda a la afición. Digamos que mantiene el tipo. Del grupo original le acompañan Peggy Wang, teclados y coros, y Christoph Hochheim, a la guitarra. Público algo enlatado y con poca capacidad de movimiento. El hecho de que fuera domingo no hizo de filtro para que se juntasen los muchos amantes de las guitarras y del indie más puro y sin cortar, que es precisamente el que siempre ha facturado la banda de Brooklyn.

El disco homenajeado, su debut, diez canciones de diez. ‘The Pains of Being Pure at Heart’ fue tocado íntegramente de principio a fin, desde “Contender” a “Gentle sons”. Un manual de shoegaze necesario y obligatorio en la discoteca de cada hogar de este país. Ejecutaron todo el arsenal en menos de 35 minutos, joyas que evocaban por igual a The Jesus and Mary Chain, Slowdive, My Bloody Valantine…

Parece que se tomaron al pie de la letra eso que suele decir René Sharrocks, de Dharmacide: “Make the shoegaze great again” . Ojalá sirva esta vuelta nostálgica en el Lula para dejar claro a muchos que su directo sigue sonando potente y sobrado de calidad, que no ha perdido nada de brillo en todo este tiempo.

Obviamente, The Pains of Being Pure at Heart aprovecharon que acaban de sacar un nuevo trabajo, ‘Perfect Right Now: A slumberland Collection 2008-2010‘, una suerte de caras b y rarezas, creadas durante esos dos años, que podían haber aparecido en su homónimo primer disco. Hablamos de piezas como “Say no to Love” o “Ramona”. Dejaron “Belong” para el bis, algo con lo que no contábamos,  y cerraron precisamente con el tema “The Pains of Being Pure at Heart”.

Pero sí, se hizo corto. Así que habrá que recurrir al clásico refrán de lo breve, si bueno, dos veces bueno.

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