Luna llena… el Lula Club
La mítica banda neoyorquina Luna se dio un baño de masas el pasado miércoles gracias a la fidelidad de un público veterano, pero con ganas de adolescente, que deseaba volver a verlos juntos tras desaparecer del mapa allá por 2005.
El objetivo de Luna para esa noche estaba claro: recuperar todos los grandes himnos que crearon en su época más heroica. De ahí que no faltaran hits de la talla de “Lost in space”, “Season of the witch”, su aclamada “Malibu love nest” o “Speedbumps”, entre otras.
Cabe señalar que el cuarteto aprovechó, siempre que pudo, los segundos previos a la ejecución de algunas de las canciones para agradecer la presencia de los que estábamos allí, así como la difusión mediática de Radio 3. Tampoco se olvidaron de hacer alguna referencia a su primera visita a la capital, allá por 1997.
Pero vayamos al turrón. El sonido fue impecable, así que somos nosotros quienes tenemos que darles las gracias a Dean Wareham, Britta Phillips, Lee Wall y Sean Eden. Podríamos decir que este combo tiene la perfección instrumental por bandera y esto quedó reflejado en cada uno de los temas del setlist. Mención aparte merecen las guitarras de Dean y Sean, esa manera en que se entrecruzan, a veces creando momentos verdaderamente psicodélicos y con una atmósfera tan Velvet Underground que parecía que Lou Reed se había subido al escenario con ellos. De hecho, una de las versiones incluidas en el show fue “Satellite of love”, que sobrecogió a los asistentes, quienes no dudaron en acompañar cantando al bueno de Dean.
A estas alturas de espectáculo, la sala Lula evocaba, con su rojo de club, un espacio idílico para el grupo de Nueva York. Gracias a esa acogedora intimidad, los asistentes pudimos sentirles muy cerca. Y cuando parecía que la despedida correría a cargo de “23 minutes in Brussels”, corte incluido en su disco ‘Penthouse’ (1995), volvieron a adueñarse del escenario para descargar dos versiones antológicas: el “Sunday morning” de la Velvet Underground (cantada esta vez por Britta) y el “Marquee moon” de Television. En este caso, los punteos de Sean, acompañados de una contundente base (fruto de la sincronización de bajo y batería) nos hicieron fantasear con la idea de que era el ya desaparecido Tom Verlaine quien había suplantado al bueno de Dean Wareham.