Ojete Calor presenta “Agapimú”, con la colaboración de Ana Belén

Ojete Calor presenta “Agapimú”, con la colaboración de Ana Belén

Vuelven Ojete Calor, más pandémicos que nunca. Y es que, según dicen, se hacía necesaria una vacuna para esta plaga viral y tremendamente infecciosa que es “Resistiré”. Por eso han creado junto a Ana Belén la nueva canción de balcón con la que contraatacar a tus vecinos.

Nadie mejor que ellos para explicar de dónde viene este “Agapimú”:

En 1979 éramos más felices. No por la reciente democracia, sino porque Ana Belén popularizó un maravilloso tema de Mia Martini, con letra original griega y título inspirador: “Amor Mío”, Agapi Mu. En medio de pantalones de campana e incipientes cardados –que nunca procederían–, el tema fue un brillo de esperanza al final de ese incierto túnel que era la raza humana en los albores de los 80. Jamás una melodía fue tan bella ni una letra más subnopop. Absorbidos por un tsunami de optimismo, la canción nos embarca en un transatlántico etéreo (porque es peso que no pesa) hacia horizontes de una dicha insólita y gran pureza mística (como la de la nieve cuando nieva). En cuarentena, Ojete Calor sentimos la obligación moral de rescatarla e iluminar de nuevo el camino con ella. Esperar la cura del Covid-19 será mejor cuanto más Agapimú haya en tu vida.

Pero espérate, que lo vas a flipar: Ana Belén ha venido a traer su mítica presencia, su halo de eternidad, su fuerza indómita y su precio interior bruto, que es altísimo. Con ella hemos hecho el primer videoclip de subnopop jamás realizado durante el confinamiento (exceptuando el de Bisbal y Aitana). La precariedad técnica se compensa, además de con la presencia de la gran Ana Belén, con la del sr. Calzetto, al que tuvimos que llamar para que la videollamada tuviera cuatro recuadros perfectamente equilibrados, y con el mensaje de nuestro amigo Jaime, que intervino con su whatsapp en la mejor toma que rodamos. Y, por supuesto, con esa mágica concatenación de acordes.

En la producción, no hemos podido resistirnos a unos clavicordios que serán la envidia de Wendy Carlos. Eso y la voz de Ana Belén. Para qué más. Es todo lo que necesita cualquiera para encontrar la felicidad.

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