Mujeres: Rock y amistad en La Riviera
La Riviera recibió anoche a Mujeres con todas las expectativas posibles. No se completó el aforo de la sala porque ómicron le quitó a muchos de la cabeza la idea de ir a verles, pero afortunadamente otros muchos se mantuvieron firmes.
La banda El Buen Hijo fue la encargada de ponerle la alfombra roja a los catalanes, los mismos que con “Cae la noche”, el primer tema del setlist, consiguieron, con apenas tres acordes, meterse en el bolsillo a todos los que presenciamos el primer show del grupo en 2022.
Había muchas ganas de verlos de pie y bailar (en mayo hubo que disfrutarlos sentados en el Festival Tomavistas) que cada canción era recibida como una explosión de jubilo y saltos en la que no faltaban los coros.
“Besos”, “Ciudades y cicatrices”, “El momento exacto” o “Vete con él”, grandes referencias de sus dos últimos trabajos, alentaban aún más a todos los asistentes, que no paraban de bailar y de gritar todos los estribillos, brazos en alto, mientras sus cervezas se derramaban.
“Tú y yo” y “Sentimiento importante” pegan dos puñetazos sobre la mesa que hacen que el respetable solo pueda rendir pleitesía hacia el trío de Barcelona, el mismo que con un inspiradísimo Pol como maestro de ceremonias iba relatando sus sensaciones durante el evento y agradeciendo a todos el poder estar allí ofreciéndonos ese pedazo de concierto cuando eventos de otros grupos se habían tenido que posponer por las consecuencias de la nueva variante del Coronavirus.
Mujeres, una banda gigante que, con solo guitarra (Yago), bajo (Pol) y batería (Arnau), sonaron espectacularmente en una sala como La Riviera, que en temas de sonido es casi como una ruleta rusa. Buena muestra de ello es que el pecho vibraba con el sonido de la guitarra hasta desabrocharte la camisa.
Después de “Siento muerte” y desearnos salud, con “Algo memorable” piden un poco de calma al respetable antes de la traca final, que llega con “Todo bien” y una canción a modo de homenaje a Ronnie Spector, “A veces golpes”.
No faltaron Cariño para acompañar a Mujeres en “Al final abrazos”, que consiguió que todos los presentes se vinieran aún más arriba. De hecho ya no sabíamos ni dónde meternos, algo que se acentuó con la canción “Aquellos ojos”, con la que veíamos a Mujeres exultantes de felicidad, algo que nos contagiaron a pesar de llevar la mascarilla puesta. Qué gran banda, se quieren, los quieres y te quieren.
Antes de despedirse versionaron “No volveré” de Kokoshca, banda amiga de Pamplona, que transformaron en una explosión de garage sucio y rápido que vino a poner el broche de oro a un gran concierto en el que Mujeres, a pesar de cómo está el patio, sacaron todo lo que les podíamos pedir a este grupo que siempre va sobrado de fuerza, empatía, rock y amistad.