Morgan, una banda agradecida ante un WiZink Center entregado

Morgan, una banda agradecida ante un WiZink Center entregado

Dicen los que saben, entre los cuales jamás se me ocurriría incluirme, que en esta vida hay que ser agradecido. Hay incluso quien defiende como un mantra que es muy saludable dar las gracias antes de irnos a dormir cada noche, son los mismos que insisten en que está demostrado que este ejercicio nos ayuda a dormir mejor y a tener más energía para afrontar la siguiente jornada.

Pues bien, anoche tuvimos la suerte de poder asistir a una clase magistral sobre gratitud, con mayúsculas, protagonizada por la carismática Carolina de Juan (Nina para los amigos), líder de Morgan. Durante las casi dos horas de concierto, en las que estuvo arropada por una big band que proponía a los asistentes un inédito ensamble de viento, cuerdas y percusión, la madrileña más espontánea de la escena musical no dejó de dar las gracias a todos y cada uno de los que han hecho posible que hoy Morgan sea lo que es.

Con nombres y apellidos, así fueron desfilando por el micrófono cada uno de los responsables de esta cita para la historia. Es más, por un momento llegué a plantearme que iba en serio eso de que quería darnos las gracias personalmente a cada uno de los que habíamos acudido a la que a la postre será una de las citas más potentes de la programación de Inverfest 2023.

Con una puntualidad británica, algo que por fin empieza a ser habitual en nuestro país, salieron a escena Morgan para dejarnos un puñado de buenos momentos para el recuerdo. Empezando por ese “Sargento de hierro” compartido con Quique González (y su acústica) al que, poco a poco, se fueron sumando cada uno de los músicos allí presentes (18 en total, coristas incluidas) para terminar dando forma a una versión muy especial de este clásico al que le sientan de fábula los aires fronterizos.

También recibieron una acogida espectacular “Oh Oh”, “Flying peacefully” o el imperdible “Praying”, con el que Nina invitó a participar a ese público que lleva desde 2012 siguiéndoles allá dónde van. Y, por supuesto, en los compases finales sonaron los infalibles: un cinematográfico “Thank you” (por si aún no había quedado claro), ese “Volver” con un featuring improvisado de miles de personas, el siempre necesario “Another road (Gettin’ ready)” y ese apoteósico “Marry you” con el que Morgan suelen poner el broche de oro a sus siempre recomendables shows.

Fuera hacía frío, mucho. Pero uno casi no reparaba en ello porque ya se sabe que el cuerpo es capaz de emanar mucho calor y bienestar cuando has estado durante un buen rato atiborrándolo de cañonazos en clave soul, rock y rhythm and blues. Nina, las gracias te las tenemos que dar nosotros a ti (a vosotros) por alimentarnos el alma de esa manera tan incondicional cada vez que tenemos la oportunidad de disfrutar de vuestro directo. ¿Muchas gracias? Muchas veces.

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