Bestia Bebé destruyen Madrid por partida doble
Después de llenar la sala El Sol dos días antes, los argentinos volvieron a hacer sold out en la también madrileña sala Siroco. Y solo podemos dar las gracias por esa segunda fecha sacada in extremis.
Bestia Bebé están en un buen momento, por eso la gente quiere verlos en directo y por el mismo motivo la mítica sala Siroco se llenaba anoche. Porque todos los que allí se encontraban querían asistir a la presentación de su último trabajo, el flamante ‘Vamos a destruir’ (Primavera Labels / Laptra, 2023).
El tema “Humo negro”, con el que abren, nos viene a avisar de su fuerza en el escenario. La gente, de momento expectante, manteniendo la distancia y colocándose en sus marcas de salida para lo que iba a venir. Por ejemplo, esa joya de su primer y homónimo disco, titulada “Luchador de Boedo”.
Tom Quintans, Polaco Ocorso, Boui Vilche y Chicho Guisolfi van tanteando al público con temas de toda su discografía, viejos y nuevos, como “Antártida Argentina”, “El cangrejal”, “Tigres de metal” o “Sabes!“. Suenan todos ellos como una auténtica apisonadora, un terremoto sonoro del que costó recuperarse. Sin duda, muy bien escogidas las canciones de ‘Vamos a destruir’ porque el público las llevaba bien aprendidas.
“El rock and roll pasó de moda”, su último gran hit, fue coreado hasta por los camareros de la Siroco, lo que deja claro que sus referencias no solo se sirven del rock más guitarrero, sino que le tienden la mano por igual al pop más melódico. Y sin despeinarse.
Van pasando los minutos y los riffs de Boui Vilche aceleran aún más la combustión entre el ya entregado público, que se nota que quiere darse ya unos cuantos empujones y empezar a cantar sus canciones a pecho descubierto. “Fiesta en el barrio” hace que la gente baile hermanada y lo den todo en el pogo, al igual que “Lo quiero mucho a ese muchacho”, con el que la catarsis está garantizada. Hablamos de toda una sala saltando y coreando un tema que debería ser patrimonio de la humanidad.
“Un documental sobre mí” relaja un poco el ambiente, lo que nos permite darnos cuenta de que la temperatura había subido como cinco grados desde el arranque del show. Sobraban las chaquetas y ya solo quedaba dejarse llevar. Después de “Vamos a destruir”, aunque ya no quedaba nada en pie, y la gran versión de Daniel Johnston, “El amor ya va a llegar”, solo quedaba esperar el apocalipsis final.
Y llegó “El verano”, otra demostración de lo bien que se defienden Bestia Bebé con las guitarras, que deja el balón botando para el fin de fiesta. Y precisamente de rematar tremendo concierto se encargó “Wagen del pueblo”, que junto a “Omar” (que había sonado antes) son de esas canciones bandera que hay que sacarlas a pasear en cualquier concierto porque ponen todo patas arriba siempre.