La Bien Querida tiene poderes extraños sobre el público de Ochoymedio
En la puerta del Ochoymedio se cuelga el cartel de “entradas agotadas”. El público espera una larga cola en la calle, expectante. Los amantes de La Bien Querida tienen ganas de corear lo nuevo, y no tan nuevo, junto a la bilbaína.
Eran casi las diez de la noche cuando Ana Fernández-Villaverde y toda su banda salían al escenario para presentar Fuego, su último disco. Con la sala llena, arranca la máquina de humo, comienzan las luces a parpadear. Todos tienen ganas de empezar la fiesta. El público está con ella. Tema tras tema, La Bien Querida consigue hacer saltar a los asistentes.
La incógnita sobre el “¿vendrá sola?” pronto se resolvió. Junto a Ana Fernández-Villaverde, Jota de Los Planetas y Muchachito para cantar “Recompensarte”. El tema, de lo más divertido con ese corte aflamencado, hizo saltar, gritar y emocionar al público. ¡No podían faltar!
Canción a canción, durante hora y media de actuación -y esta vez sin Jota ni Muchachito-, hizo agitar de emoción a los asistentes. Fernández-Villaverde tiene ese don, canta a las pasiones.
La bilbaína, arropada por David Rodríguez, su pareja sentimental y artística, recupera su faceta más orgánica. Ella hace las canciones y David los arreglos mientras su público disfruta con “Podres extraños”, “9.6”, “Muero de amor” o “El lado bueno”. Lo que nace de la pareja es magia musical. Y para que el directo sea sublime, lo completan Manuel Cabezalí, con el bajo, Juan Manuel Padilla, en la batería, y Nieves Lázaro con el sintetizador.
Los temas se sucedían. Uno de los momentos más emotivos que se vivió en el Ochoymedio fue cuando la voz suave de Ana y su guitarra se arrancaron con “Fuerza mayor”. Lo más ecléctico llegó con “7 Días Juntos”. Alcanzada la recta final, no podía faltar el “A veces ni eso” para convertir el festín musical en toda una experiencia sensorial.