Las Ligas Menores: El indie sin cortar
Auténtico regalo de cumpleaños le hicieron la banda argentina a la sala El Sol por su 40 aniversario el pasado 12 de octubre. Un concierto redondo y sin fisuras. Con sus dos discos, Las Ligas Menores dieron cuenta de que el grupo ya cuenta con un saco de buenas canciones con las que es inevitable que la gente disfrute, cantándolas y bailándolas.
El cartel era triple, y después de los directos de La Trinidad y Terrier, le tocaba el turno a la banda de Anabella y compañía. Había muchas ganas de volver a verlos. Ya habían estado un par de veces en Madrid y en esta ocasión consiguieron agotar las entradas prácticamente sonando la bocina. La sala El Sol volvía a vestirse de aniversario y, siendo además sábado, solo esperábamos que todo fuese ideal. Pues bien, fue mejor.
El concierto empieza con “Peces en el mar”, que es también la que abre su segundo y último disco (Fuego artificial, 2018). Se respira muy buen ambiente en las primeras filas con esta canción, que es ya claramente uno de los himnos más representativos del grupo, y digo uno porque tienen bastantes temas que se podrían definir como tal. Canciones como “Contando lunas”, “En invierno”, que es un trallazo a lo Weezer, o “Mejor así”, merecen ese reconocimiento.
Anabella, Micaela, Nina, Angie y Mario Kemper estaban en estado de gracia y cada canción iba caldeando al público madrileño, que tenía en todo momento en mente cuando tocaba explotar, con “Renault Fuego”. Y precisamente fuego es lo que generaron en la sala, un incendio de saltos, pogos y brazos en alto con los que Las Ligas Menores parecían estar en la gloria. Cogida de la mano de “Miércoles”, estamos seguros de que alguien en la sala estaba pensando en tener a mano los extintores por la que se estaba liando.
La banda se retira pero la credibilidad de la retirada brilla por su ausencia, todos sabíamos que habría un bis ipso facto. Es “Tema 7” el que nos da la razón. “De la Mano”, su ultimo sencillo también tuvo su hueco, y en general, se repartieron el setlist sus dos únicos discos de forma equitativa, con momentos brillantes a cargo de “Tibet”, “Europa”, “Luces y carteles”, “La paciencia” y otros muchos temas.
A destacar la colaboración en el último bis de Adriana Texxcoco para conceder un merecido descanso a Anabella, líder de una banda que es capaz de contener la esencia de The Strokes, Weezer, Los Planetas, El mató a un policía motorizado,… Toda una serie de referencias con las que hacer un traje a medida en señal de homenaje al mejor indie y dejar un concierto para el recuerdo.